Breve historia de los chalecos

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En Rozen tenemos una variedad de productos para ti, siempre pensados para tu mejor comodidad, estilo y economía. En esta ocasión te platicaremos un poco sobre la historia del chaleco. Esperamos que la información sea de tu agrado y te animes a conocer más detalladamente nuestros productos. ¡Comencemos!

El chaleco es una pieza importante de la vestimenta, hoy en día. Esta prenda en un principio importada de países europeos, diseñada para caballeros, ahora cubre los bellos cuerpos de las personas, sin importar nacionalidad, género, material, uso o diseño. Para comenzar, especifiquemos: se conoce como chalecos, las prendas sin mangas utilizadas para cubrir la parte superior del cuerpo.

Sus inicios se remontan a Inglaterra, durante el reinado de Carlos II (quien además era rey de Escocia e Irlanda). Se han encontrado pruebas escritas donde el rey se empeña en iniciar una nueva moda usando una prenda sin mangas. El rey habría de enseñar a los nobles cómo usar la ropa. Posiblemente la inspiración la tomó el rey de las armaduras que se usaban en combate, ya que la pechera a veces se desprendía de las mangas, para permitir un fácil acceso y mayor movilidad.

También existe la teoría de que el rey tomó la inspiración de un embajador persa. Por otro lado, hay quienes aseguran que en realidad la prenda surgió de la falta de material que el sastre tuvo que hacer funcionar, al confeccionar al rey un nuevo traje. Pudo haber sido al revés: una prenda hecha de desperdicio de tela de algún traje. Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos y además es útil, resulta el tener en cuenta que las teorías tienen una cosa en común: la creatividad de un rey que siempre quiso estar al último grito de la moda.

Durante el siglo XVIII, los chalecos revolucionaron la industria de la moda, así como otras prendas que tuvieron su auge. Las camisas antes de los chalecos se usaban hasta debajo de la cintura, mientras que a la llegada de éstos, se comenzaron a usar justo donde estaba el ombligo, obligando también a los pantaloncillos, ser usados a esa altura. Bastante tenía que ver el corte con las espadas que quedaban a altura de la mano. Los colores eran brillantes y diversos,  y los soldados de la milicia también los utilizaban.

Ya en el siglo XIX, la paleta de colores cambió, a unos tonos más neutros y restringidos. La influencia de Francia también se vio por todas partes, dado que el país siempre ha sido innovador en temas de moda. En todos lados, los hombres, sobre todo en los altos estratos y en la militancia, utilizaban el corset. Éste era muy popular porque disminuía bastante la cintura y los sacos se veían mucho más estilizados.

Bastante influencia tuvo el corset en el chaleco. La confección de los chalecos se estandarizó y ya no eran tan elaborados y complicados de hacer, y el diseño se ajustó más al cuerpo. Por mucho tiempo se utilizó como base del traje y no como pieza central del aspecto, su objetivo era sobre todo enfatizar el cuerpo masculino como lo hacía el corset: definir una cintura, unos hombros anchos; prácticamente ambas prendas se fusionaron.

De ahí, los chalecos continuaron engalanando los cuerpos de los caballeros. Desde 1900, los hombres se mostraban elegantes con trajes de tres piezas: pantalones sastre, chalecos y sacos, siendo los chalecos aún la prenda base del compuesto. Tenían como accesorio y para su utilidad, bolsillos dobles en el diseño. Los complementos eran una camisa de manga larga y botones para usar por debajo de los chalecos, zapatos (mocasines, preferentemente), pajarita y sombrero de copa.

Conforme ha avanzando el tiempo, la pajarita se ha modificado a una corbata, y el sombrero ha reducido su tamaño, incluso hasta a llegar a boinas. Las camisas de manga larga ya no se usaban solamente en color blanco sino que variaron a colores más llamativos. Conforme, y hasta este momento, las mangas de las camisas fueron disminuyendo hasta conformar la manga corta. Rápidamente, el traje sastre para hombres tomó impulso en todos lugares.

Para los años 20, los dobles bolsillos cambiaron a un solo bolsillo. Además, en esa época, la moda dictaba usar un reloj de bolsillo que se guardaba dentro del chaleco. En la siguiente década de los años 30, los caballeros seguían el último grito al tener como ícono a Al Capone. La popularidad televisiva influía bastante en las ideologías sobre cultura. Entre mejor confeccionado estuviera el traje usado, más refinado el hombre. Desde entonces, esta premisa ha sido respetada.

Los chalecos deportivos entraron a escena en los años 50. Ya no eran exclusivos de un traje elegante, sino que podían usarse como prenda casual para trabajar, hacer deporte o pasear. Los diseños tartan a cuadros, se volvieron muy solicitados. Durante las siguientes décadas, las películas tomaron un papel aún importante en la influencia de moda, pero combinado con la música.

Estas dos formas de expresión se volvieron aún más imponentes en el tema de la moda. En los años 60, los Beatles impusieron la moda, usando los chalecos también, en sus presentaciones. Para los años 70, el movimiento boogie-woogy reflejaba cierta rebeldía con sus diseños en chalecos. Lo mismo para el movimiento hippie, que usaba chalecos en cuero o suede, con diseños vanguardistas en colores y estampados. Los flecos de los chalecos estadounidenses, por ejemplo, se inspiraban en diseños de los indios nativos del país.

A partir de los años 80, los estilos de los chalecos se reciclaron, resultando en lo que tenemos ahora: una serie de diseños clásicos, rebeldes, deportivos, inspirados en todas las décadas pero con mejor calidad. Los chalecos se han vuelto tan populares por su comodidad y elegancia, que las mujeres también los usan. Por las características antes descritas, son la perfecta prenda para usar como uniforme en diferentes rubros: en escuelas, empresas, organizaciones gubernamentales y demás. No te limites y prueba nuestros diseños. En Rozen tenemos un chaleco para cada gusto y necesidad. ¡Atrévete a lucir bien!

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