La comodidad siempre será un factor clave para la elección de una prenda. A cualquier persona que le preguntemos sobre sus preferencias al respecto, definitivamente pondrá esta condición entre sus puntos principales a la hora de escoger un producto en una tienda de ropa: la prenda tiene que ser cómoda, usable, nunca estorbosa o demasiado constreñida. La facilidad de maniobra, el no sentirnos “demasiado rígidos” cuando desempeñamos alguna actividad, cualquiera que ésta sea, es muy importante para nosotros.
 
Por otro lado, y sobre todo en estos tiempos invernales tan duros, la protección contra el frío es un factor que uno no puede simplemente ignorar: no existe nada tan reconfortante como ponerse una prenda que nos proteja de la desagradable sensación que produce un clima gélido, y que nos prevenga de las enfermedades respiratorias que se manifiestan cuando la crudeza del invierno se deja sentir con toda su fuerza, como ha sido el caso durante esta temporada.
 
chalecos
 
En lo personal, siempre he pensado que si existe una prenda que puede combinar la facilidad de maniobra que uno tiene al portar una camisa de manga corta y la protección contra el frío que puede proporcionar un suéter, ésa es el chaleco. Los chalecos, en ese sentido, son un híbrido muy afortunado que posee las bondades de la comodidad y el confort que solo una prenda invernal puede brindar, haciéndola una prenda entrañable para un sector del público muy amplio: desde los niños hasta los ancianos les encanta portar chalecos, de todo tipo de tamaños, diseños, tejidos y estampados.
 
En Rozen, por fortuna, contamos con este tipo de prendas dentro de nuestro catálogo, y quizás lo más afortunado de todo, es que su diseño es lo suficientemente elegante y formal como para usarse dentro de un ambiente laboral, sin por ello perder frescura y actualidad.
 
Por alguna extraña razón, uno no suele estar acostumbrado a ver a gente usando sus chalecos en su trabajo. Esto resulta desconcertante, sobre todo, porque siendo unas prendas tan amigables y tan queridas por todos, por lo general en los ambientes laborales se les da prioridad a los trajes de una sola pieza (en el caso de las oficinas), o a un uniforme de uso rudo (en el caso de las fábricas), marcando lo que se puede usar y lo que no está permitido dentro de un cierto contexto.
 
Sin embargo, en Rozen creemos que esto es un gran error, ya que, según nuestro punto de vista, de ninguna manera están peleados el buen gusto, la comodidad y el confort con la formalidad y la estandarización de imagen, encaminada a brindar unidad y cohesión visual a una empresa o una firma corporativa, dando el sentimiento de equipo y/o de colectivo característico que sólo un staff debidamente uniformado puede brindar.
 
Entonces, ¿por qué la gente no suele usar chalecos en su trabajo? Nosotros también nos lo preguntamos, y no obtenemos una respuesta que logre convencernos; por lo tanto, queremos ser los primeros en ofrecer una una opción positiva, y proponer un cambio, una alternativa. Como hemos dicho antes, resulta sumamente adverso laborar en un ambiente demasiado frío: la productividad disminuye si una persona no se siente a gusto en su espacio laboral, está comprobado ¿Y qué sensación más adversa para un correcto desempeño en nuestro trabajo que la de un clima helado, que nos haga tiritar constantemente y que no nos permita pensar claramente, ya sea por la sensación desagradable en sí misma, o por estarnos preocupando por nuestra salud? Existen oficinas muy frías, no cabe duda, y en cuanto a almacenes y talleres ni se diga.
 
Los trabajadores se encuentran entre la espada y la pared, al no poder portar prendas que no sean parte del uniforme de trabajo por temor a un regaño, teniendo que soportar el clima agreste del invierno estoicamente, lo cual, por supuesto, va en detrimento de su desempeño de manera significativa.
 
Por otro lado, en Rozen también pensamos que es muy importante no descuidar la imagen, ya que es en ese rubro en donde se pone en juego la credibilidad y la seriedad de una empresa. Por ello, los diseños de nuestros chalecos están trazados con una singular finura y con una calidad de manufactura al nivel de cualquier almacén exclusivo de ropa. Las personas siempre quieren verse bien en su trabajo, vestirse elegantemente y proyectar una imagen pulcra y formal, lo cual les otorga, a su vez, un carácter confiable y de cierta autoridad, beneficiando con esto al corporativo en su conjunto, que luce organizado, bien integrado. Es por ello que nosotros nos preguntamos: ¿acaso está peleado el buen gusto y la elegancia con la protección contra climas agrestes que proporciona una prenda invernal? No nos parece.
 
En Rozen contamos con tres tipos de chalecos, dos para caballero y uno exclusivo para el uso de las bellas damas. El chaleco Boston para caballeros, disponible en diez elegantes colores, proporcionan una imagen sobria y juvenil a la vez, gracias a su moderno diseño, con cierre frontal, igual que una chamarra. Al ser de doble vista, uno puede cambiar alternativamente su imagen a lo largo del día, proporcionando una mayor variedad a nuestro guardarropa sin tener que gastar innecesariamente.
 
Un poco más formal y tradicional, el chaleco ejecutivo en cuello V para caballeros, además de fácil de lavar en casa, está elaborado con los más finos materiales, conservando una alta calidad en los tejidos, seleccionados cuidadosamente por nosotros, proyectando una imagen casual y distinguida, disponible en sus dos elegantes colores: negro y gris claro.
 
Finalmente, el chaleco Equinox para dama, elaborado con poliéster fino repelente al agua, capitonado mediano y broches al frente, es la mejor elección para portar una prenda que se ajuste debidamente a la anatomía femenina, y que proyecte una imagen delicada y atractiva, sin por ello perder su formalidad. Disponible en tres colores: rojo, negro y azul marino.